No me gusta cocinar.
Si no tengo las uñas pintadas me las como (ya lo he dicho
antes).
Juego con mi cabello si estoy nerviosa o concentrada.
Vivo en mi propio planeta encaramada en mi nube azul.
Hay veces en que si me halagan los ojos, me da timidez y hasta
bajo la mirada avergonzada.
He notado que últimamente levanto la ceja a lo María Félix
cuando algo no me gusta.
Creo que en alguna vida fui MADAME jejeje.
Estoy trabajando en despojarme de mis imposiciones que son
unas cuantas y no veas las que ya han caído.
Adoro comprarme las camisetas de Tingola y Mango Bajitos con
doble sentido.
Sigo siendo una adicta a los vestidos, accesorios y
maquillaje.
Me iré a vivir a París pronto, junto a mi calvo o con pelo
Francés (dejen que lo conozca).
Vivir en Jamaica, me cambió la vida, es una tierra que añoro
y que llevo en mi corazón.
No soy persona de playa, pero últimamente me han entrado
ganas de pasarme todo el día tirada en una hamaca debajo de varios cocoteros y
frente al mar en compañía de un libro.
Me ha salido el lado sexi, si me ven se sorprenden jejeje.
El otro día me entraron ganas de llevar el pelo liso
químicamente procesado, pero ya no, las greñas dan un PLUS total y se ahorra
mucho tiempo-dinero.
Me despojaré de al menos 10 libras de peso
corporal (me encanta verme mis huesos).
Tengo mucha más fe en mi, creo fervientemente en mi universo
y en la ley de la atracción.
He asumido o mejor dicho, estoy haciendo todo lo posible por
mirar cada experiencia vivida y decisión que se materializa como algo necesario,
porque como digo de un tiempo acá: Si sucedió es porque debe ser lo correcto.
Gracias a Irene (la Gerente del Spa en Jamaica) aprendí a apreciar a
cabalidad mi cabello natural.
Me he ganado la fama de ser comelona, todo mundo admira mi
apetito y por suerte como de todo, menos Remolacha en Ensalada (en jugos la
aguanto con todo el gusto) y Guayabas en jugos o mermeladas (me gusta en
fruta).
Mami dice que cuando pequeña me comía los limones (con razón
soy tan ácida a veces).
Recuerdo que me encantaban los ajíes, hasta que un día me
comí uno tití de los Picantes y sufrí muchoooo, tenía como 4 años y todavía
recuerdo ese momento y mi desesperación.
Siempre he sido parlanchina y he tenido buena memoria, papi
solía solicitar a la radio una canción infantil que me volvía loca, por el
simple deseo de verme cantar o hacerme feliz. Hay una en especifica de José
Luís Perales que según mis papás yo “cantaba” siempre la última parte de la
letra, pero que era un show verme.
He sido una persona muy consentida, privilegiada, querida y
mimada (lo sigo siendo).
Siempre he creído que mi punto focal son los ojos y me
enteré hace poco que era mi sonrisa, ya que es raro que no esté riendo y en
especial porque muestro todos mis dientes y mis colmillos (yo que vivía
acomplejada de ella).
Sí, estoy un poco aburrida.