Gigilandia
El Sábado fui de Parranda con la Serbia y el Cho a las
Terrenas, la verdad que hacía tiempo que no salíamos juntos y que hasta me
medio emborraché aunque como dice el Cho, yo con oler el alcohol ya estoy
borracha y no se equivoca.
El punto es que esa noche llevé un vestido que me había
enviado de regalo mi amiga Arleny hace meses y calcé mis zapatos azul Pitufos
que tan loca me volvieron en Madrid.
Y ese día me fijé en lo afortunadísima que soy de tener
gente a mi alrededor que piensa en mi para regalarme vestidos pues saben que en
mi ropero esa es la prenda que más abunda y por lo que más loca me vuelvo.
En casa no sé cuántos vestidos quedan por empacar y cada vez
la suma se agranda, desde que regresé de Jam sin mentir que habré recibido de
regalo 9 ó 10 vestidos…..asombroso verdad??????’ y te hablo de vestidos, no de
blusas, zapatos y demás. Cuando estaba con mi amiga Elena en Alemania recuerdo
que ella me regaló un abrigo para el frío buenísimo porque veía la pobre que me
andaba congelando y que lo pasaría mal en los demás lugares sino llevaba un
abrigo como ese, recuerdo sus palabras como si siguiera enfrente de ella, tanto
desprendimiento hace que te sientas dichosa. Yo en cambio había comprado una
blusa bien sencilla y con aire romántico para mi y otra en tono rosa, con esa
acción de ella fui y se las entregué, porque sabía que le quedarían perfectas y
porque si en ese momento me hubiese pedido mi vida, se la hubiera entregado sin
chistar, no lo veas como un favor devuelto, sino como un acto de amor, de
amistad, de cariño. El día en que nos despedimos duramos al menos 5 minutos
abrazadas, como si no quisiéramos que terminara, lloramos, no de pena, sino
porque cada una había cambiado y era feliz a su manera, ella orgullosa de mí
por el ser humano en el que me he convertido, yo porque ella seguía siendo mi
mejor amiga, mi ejemplo, mi guerrera, para rematar me llenó la mochila de cosas para comer en el tren (me salí un poco del tema,
lo sé jejej) en Madrid igual, lo único que hice fue recibir regalos jejeje y
ahora al llegar a casa y estar con los míos sigue siendo igual.
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