Gigita!!!
No lo había contado, cuando estuve en París por dos días
hice el recorrido con un americano quien fue mi compañero de tren de
Holanda-París, como soy muy tímida y odio hablar con extraños, le entablé
conversación y así llegamos a la conclusión de que ambos andábamos en la ciudad
más romántica y linda del mundo por cuenta propia. Acordamos conocer París
juntos, ese mismo día quedamos de reunirnos en mi hotel (por si era un loco
depravado, mejor estar en mi zona) para cenar juntos, cosa que no sucedió
porque él se presentó tarde (había asumido
que no llegaría nunca) me fui a enamorar
de mi París, a conocer el vecindario, charlar por fiebrú con los míos avisando
que todo seguía bien y enamorarme más y más de mi ciudad favorita. Al llegar al
hotel me encuentro con la sorpresa de que ahí estaba él a punto de marcharse
dejándome una nota, pues según me contó se perdió al tomar el tren y por ello
llegó tarde, salimos a tomar algo a un bar ubicado al lado de mi hotel, yo opté
por un té pues ya había cenado algo árabe, hablamos ple pla y volvimos a quedar
para reunirnos en mi hotel al día siguiente para empezar el recorrido. Esa vez
fue puntual, gracias a él tengo fotos en la que salgo yo posando, fue un
increíble, paciente y amigable compañero de viaje. Imaginen la escena: “Yo en París, dando brincos de alegría
por todo lo que veía y pidiendo fotos “. Hasta yo le tuve pena jejeje.
Me invitó a almorzar en un restaurante ubicado cerca de
Notre Dame, la verdad que el lugar era bien acogedor, pero yo me antojé de un
Sándwich y un jugo natural, debo admitir que en este viaje caí en la cuenta que
por andar tan eufórica lo último que me da es hambre y siempre pierdo unas
cuántas libras, yo sé que lo mío es de bárbaros, estar en el lugar donde mejor
cocinan y optar por algo común, pero así soy yo.
Volviendo al tema, nos despedimos en una estación de metro
céntrica ya que estábamos alojados en lados opuestos y volvimos a quedar para
reunirnos, él se marchaba al día siguiente y llevaría su equipaje a mi hotel y
de ahí tomaría su vuelo ya que el
recorrido que yo me había organizado (conocer el cementerio Pere Lachaise)
quedaba a unos minutos de mi hotel, nuevamente no se presentó y decidí lagarme
por mi cuenta, pues no sabía si se presentaría. Si alguno de ustedes mira el álbum
de París en fiebrú notará que en muchas fotos no salgo yo y es porque ya no
tenía acompañante o fotógrafo personal.
Al llegar al hotel me encontré con otra nota suya, ya de despedida, me dejó su
tarjeta de negocios, le escribí una vez y no obtuve respuesta, lo que no he
intentado es llamarlo, porque tengo por ahí su número, su nombre es Jhon y vive
en Texas, no sé si sigue vivo, pero lo que sí puedo decir es que de acuerdo a
como lo relato suena a una historia romántica y la verdad que pudo serlo si yo
hubiese estado interesada en su persona, bien dice una frase por ahí: Que una
espera por una persona dependiendo del nivel de importancia que se le tiene.
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