Gigita
Llegué hace unos días del viaje a Nueva York y quedé loca y
maravillada con todo lo que vi y conocí, eso sí mija todos los días llegaba con
dolores de pies, pero feliz y agradecida. Cumplí con el itinerario marcado,
comí un falafel divino en la calle que hasta ahora ha sido el mejor que haya
comido en toda mi vida, compré como demente, pasé frío, no dormí mucho, me
dieron amor por todos lados, conocí a personas chulisimas, me empapé de cultura
y llené mi corazón de cosas lindas y especiales.
Es una ciudad llena de encanto, con esa mezcla cultural que
llega a confundirte, pero a la vez te enamora, con variedad en sentido general
para hacer y ser de tu vida lo que te venga en gana, la única queja es que hizo
frío, pero aún así yo me empeñé en disfrutar, simplemente eso, disfrutar y que
los lamentos vinieran después si es que los hubiera.
La comida me mató, bueno me mató todo, debo serte sincera
jejeje.
Mi amiga Arle fue un ángel, su hija terminó de enamorarme
por lo estupenda que fue conmigo y su madre ni decir, sus amigos y su trato, fueron
días inolvidables para mi.
Hubo momentos en que casi me pongo a llorar a moco tendido, por la gratitud o porque me sentí desbordada
de sentimientos y emociones, tú sabes mi lado cursi saliendo a flote. Yo dije
que no entraría a Sephora, pero no pude evitarlo y fue entrar y sentir que me
moría, era mi templo, tanto como cuando entré a VS, ay Gigita hay cosas que son
superiores a mi y estas tiendas lo son, ponlo bajo notario.
Me llevaron la primera noche a cenar al Olive´s garden que
hacía siglos le tenía ganas y cené como una diosa, otro día a un restaurante
chino y así sucesivamente.
El mayor impacto fue con los artistas callejeros que me
encontré en las estaciones de trenes, se me ponía piel de gallina al verlos
tocar o cantar, con tanta alma, el puente Broolkyn más que nada porque lo
recorrimos junto a maravillosos amigos, todo el trayecto lleno de risas,
charlas, fotos y ese inmenso cariño que nos sale por los poros, a eso llamo yo
MAGIA, a eso llamo yo AMOR DEL BUENO.
El Moma, waooo otra vez me morí, cómo me lo disfruté, era la
gloria estar ahí y respirar arte por todo el cuerpo, la 5ta avenida, los
edificios tan altos, el museo de historia natural, el parque central y para
rematar la isla Ellis con tanto para contarnos de los inmigrantes, la Estatua impacta, pero no
tanto, seguro que porque estoy cansada de verla por todos lados.
Y las compras?????????? Ay Gigita se pararon las aguas y yo
que dije que no pecaría, pero esa promesa no pude cumplirla, me aloqué. Compré
regalos para los míos, muchoooo maquillaje, muchas cosas chulas en VS,
carteras, accesorios, esmaltes, mis productos para la cara, en fin de todo,
pero la mejor compra para mi fue una faja tipo mini vestido en color carne de
VS y mija fue caído del cielo porque tengo dos vestidos bellísimos que no he
podido usar por no tener lo adecuado y ya se puede.
Y ahora ando en un dilema de no saber si irme a vivir a esta
ciudad o a París de mis amores, qué vaina ombe, pero en lo que se resuelve el
caso yo sigo trabajando en pos de mis metas o mejor digo, en pos de aprender a
aceptar lo que me tenga la vida reservada.